Abre en Cuba el primer hotel “5 estrellas plus”, iluminado por García Requejo

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Tiendas de Gucci y Lacoste, 246 habitaciones de lujo, spa… No, no es una capital Europea; Es La Habana.
El Gran Hotel Manzana Kempinski es el primer hotel catalogado como de “5 estrellas plus” en el país caribeño y marca un antes y un después en la oferta hotelera de la isla. García Requejo ha sido la empresa responsable de diseñar los productos de iluminación de este emblemático hotel de lujo.

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Galerías comerciales de lujo en planta baja del hotel

El aterrizaje de García Requejo en Cuba es relativamente reciente. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, la empresa perdió la mayor parte de su volumen de negocio y tuvo que reinventarse, dirigiendo toda su actividad al mercado exterior. En esa tesitura, entró en contacto con la corporación que gestiona el sector hotelero en Cuba y, en la actualidad, esta pequeña empresa española es la responsable de la iluminación y el mobiliario de buena parte de las cadenas hoteleras que operan en Cuba.

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Imagen de uno de los «lobbies» del hotel, con la barra de bar de fondo

Según la gerente, Rebeca García, la clave de su éxito consiste en la capacidad de adaptarse a las peticiones de los hoteles. “Muchas empresas del sector tienen limitaciones a la hora de desarrollar los diseños de lámparas y muebles que les piden en los hoteles porque no pueden salirse de su catálogo de producto. Nosotros ayudamos a desarrollar las ideas conceptuales que nos plantean los interioristas y a convertirlas en realidad”.

Mientras tanto, en Cuba parece que el crecimiento turístico de los últimos años tiene un futuro incierto. Tras alcanzar máximos históricos en volumen de visitas en 2017 y vivirse una etapa de desbloqueo con el gobierno de Obama, la llegada de Trump a la Casa Blanca ha cambiado las relaciones bilaterales de forma radical. En estos momentos, nadie sabe cómo va afectar la política exterior del presidente al futuro turístico de la isla, básicamente, porque nadie sabe cuál va a ser esa política exterior de Trump. Mientras tanto, el turismo en la isla caribeña sigue creciendo. Según fuentes del gobierno cubano, en noviembre de 2017 ya se había llegado a los 4 millones de turistas (54 días antes que en el año anterior) y se han creado más de 2.000 nuevas habitaciones de hotel. Éstas se suman a la oferta de más de 65.000 habitaciones hoteleras de la isla.

Cualquier profesional del sector turístico o de la construcción puede dar fe de que en la isla ha habido edificios que, durante años, han tenido colgando carteles que anunciaban que iban a ser convertidos en hoteles. Hoy es el día en que, por fin, pueden verse grúas en esos edificios. Al parecer, la burocracia cubana está desatascándose y los promotores ya son capaces de poner en marcha proyectos sin atascarse en el papeleo procedimental del régimen cubano.

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Piscina en la azotea del hotel

En este contexto, ha sido el propio gobierno cubano el que ha puesto en marcha el hotel Kempinski Manzana, elevando un grado la oferta hotelera en Cuba y dejando clara su apuesta por el turismo. El futuro de la industria turística puede tener, por tanto, buenas perspectivas, incluso, si la administración Trump decide intensificar las políticas de bloqueo. En Miranda de Ebro confían en que sea así.