Las lámparas germicidas de uv-c tienen una eficacia del 99,9%, pero para lograr este nivel de desinfección, es necesario hacer un buen uso del dispositivo y cumplir con las normas de seguridad del fabricante.
La particularidad de los rayos ultravioleta UV-C es que dañan el ADN de los microorganismos, evitando su reproducción e infección. Esto ha llevado a la comunidad científica a preguntarse si este tipo de rayos presentaría algún tipo de riesgo para la salud.
Hemos de decir, que actualmente no existen datos concluyentes que confirmen que la exposición a las lámparas germicidas uv-c sea peligroso para la salud, aunque sí se advierte de posibles daños adversos que pueden producirse en los tejidos oculares y de la epidermis.
Es por ello, que las lámparas GERMILED disponen de varios dispositivos de seguridad, como detectores de presencia y mando a distancia que evitan la exposición accidental a los rayos uv-c.
Pero ¿Cómo deben utilizarse las lámparas UV-C?
- En primer lugar, debemos cerciorarnos de que las lámparas uv-c disponen de todos los certificados y sistemas de seguridad.
- Seguidamente, para asegurarnos de que todos los rincones de la estancia quedan esterilizados, situaremos la lámpara germicida preferiblemente en el centro de la habitación.
- En tercer lugar, enchufaremos el dispositivo, y abandonaremos la estancia.
- Una vez fuera, encenderemos el dispositivo a través del mando a distancia y programaremos la duración del proceso de desinfección en el temporizador.
- Pasado ese tiempo, la lámpara se apagará automáticamente y podremos acceder a la sala de forma segura.
Si durante el proceso de desinfección, alguien accediese a la estancia de forma accidental, el sensor de movimiento apagará el dispositivo automáticamente, evitando posibles daños.
Como pueden apreciar, su uso es muy sencillo y simplemente cumpliendo unas pequeñas recomendaciones de seguridad, podremos esterilizar cualquier estancia de forma segura.