En ciertas ocasiones, el diseño de interiores crea algo nuevo; en otras, acerca antiguos diseños de vuelta al presente; y sólo en algunas ocasiones, conecta con ciertos modos de vida. Este es el caso del Slow deco, un estilo decorativo que está íntimamente relacionado con el movimiento slow life.
El estilo de vida Slow life es la respuesta a todas las personas cansadas de vivir deprisa en este mundo frenético. Personas que buscan vivir libres de estrés y para las que prima el proceso frente al resultado. En esencia, disfrutar de los pequeños detalles de la vida.
Este movimiento abarca varios aspectos de la vida, como la gastronomía, la moda o los materiales que utilizamos en nuestro día a día. Y, por supuesto, la decoración no es una excepción.
El Slow deco se caracteriza por crear ambientes que nos llevan a conectar con nosotros mismos y sentirnos relajados.
Tips para conseguir una decoración Slow.
Espacios abiertos:Uno de los placeres de la vida es disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos. Es por ello que las cocinas abiertas y la eliminación de puertas y pasillos son una perfecta solución para conseguir una maravillosa decoración slow.
Tecnología: No debemos eliminar absolutamente toda la tecnología presente en nuestro hogar. En su lugar, debemos limitar el uso a algunas áreas de la casa.
Materiales naturales: Los materiales naturales son muy importantes si lo que buscamos es conectar con la naturaleza y encontrar la paz interior. Algodón, yute, madera, ratán… las posibilidades son infinitas.
Colores slow: En muchas ocasiones los colores expresan más que las palabras. Los colores neutros o pasteles como el naranja, el amarillo y por supuesto el verde y marrón son perfectos para crear un excelente ambiente slow.
Si quieres crear un oasis en medio de la ciudad, sigue estos consejos y te aseguramos que no te arrepentirás.